El amianto, también llamado como asbesto, es el nombre de un grupo de minerales metamórficos fibrosos. Su resistencia, flexibilidad y su bajo coste hizo que se usara en numerosos materiales de construcción (tejas para recubrimiento de tejados, baldosas y azulejos, productos de papel y productos de cemento con asbesto).
Las autoridades médicas demostraron que los productos relacionados con el asbesto/amianto provocan cáncer con una elevada mortalidad desde principios del siglo XX. A principios de la década de 2000 empezó a prohibirse en los países desarrollados y su uso quedó totalmente prohibido en la Unión Europea desde 2005, aunque se continúa utilizando en algunos países en vías de desarrollo.
Algunos estudios estiman que entre los años 2016 y 2020 en España fallecerán 1.319 personas debido a este tipo de cáncer. Muchas mujeres se han enfermado sin haber pisado nunca una fábrica. Simplemente por lavar la ropa de sus maridos.
Aunque ya no se construye con él, se estima que en España seguirá habiendo muertes hasta 2040. Por ello es vital que se produzcan procesos de desamiantado, pero no hay que olvidar que requiere la máxima seguridad y control, por lo que es imprescindible que sea realizado por profesionales.
La pasada primavera, el programa de Jordi Évole, Salvados, emitió un programa que trataba esta problemática: ‘Las dos caras del amianto: tan rentable como mortal’.
El programa despertó la curiosidad y preocupación por el amianto en gran parte de la población española, ya que disparó las búsquedas en Google de este término, como se observa en la siguiente gráfica:
El pico coincide con la fecha de emisión del programa de Salvados, aquí se puede ver un fragmento del mismo donde ponen de manifiesto que los trabajadores llevaban a casa el amianto a través de la ropa de trabajo o incluso lo utilizaban como nieve en el belén.