Hace mucho tiempo que se sabe que el amianto es nocivo. Se tiene constancia de que ya en el siglo I antes de Cristo Plinio el Viejo observó que los esclavos expuestos a altas concentraciones de polvo de amianto, en particular los que trabajaban en las minas, eran más propensos que el resto a las enfermedades pulmonares y proclives a morir muy jóvenes
Tal es su poder destructor, que los alquimistas lo bautizaron como ‘lana de salamandra’ en una época en que se creía que uno solo de estos animales podía envenenar a todo un ejército.
También se cree que el actor y piloto profesional de carreras de motos, Steve McQueen, murió de un cáncer de pleura debido al pasamontañas de amianto que utilizaba.
En Casale Monferrato (Italia) una multinacional que usaba amianto para sus materiales de construcción e provocó la muerte de más de más de 2.100 personas.
Es en los últimos años cuando se ha sido más consciente del peligro del amianto y de su retirada si no se hace bajo las medidas de seguridad oportunas. España es el tercer país del mundo en búsquedas en Google de la palabra ‘amianto’, después de Italia y Brasil.
En junio de 2005 y enero de 2005.